«EL TODO crea en su mente infinita innumerables universos, los cuales existen durante eones de tiempo, y así y todo, para ÉL, la creación, desarrollo, decadencia y muerte de un millón de universos no significa más que el tiempo que se emplea en un abrir y cerrar de ojos.»

«La mente infinita del TODO es la matriz del Cosmos.»

Cabo de Peñas


El Cabo de Peñas es un emblema del Principado de Asturias y la parte más septentrional de la costa Asturiana que resiste los embates del Cantábrico. Compuesto por roca cuarcita Armoricana con una marcada resistencia a la abrasión. Está situado dentro del Espacio Protegido del Cabo de Peñas.

En un día despejado se puede divisar los entrantes y salientes constantes de la costa central del Principado de Asturias hasta localizaciones francamente lejanas. Desde lo alto de La Gaviera (94 ms.), la pica más septentrional de todo el cabo, podemos vislumbrar el Cabo Vidío e incluso el Cabo Busto hacia el oeste (a 100 Kms. de distancia, en el municipio de Luarca); y al este, la Punta del Castro, Punta de la Narvata, Punta el Paguión, Punta la Vaca, llegando la vista hasta la Punta Tazones (a unos 60 Kms, en Villaviciosa).

La espectacularidad y belleza de la zona está fuera de toda duda, pero el Cabo Peñas y su entorno esconden secretos que en 1995 llevaron a las autoridades regionales a catalogarlo como espacio protegido. El Cabo Peñas tiene atractivo estético y casi mágico, pero también es un paraíso para biólogos e historiadores por sus reservas de fauna, flora y restos arqueológicos.

El espacio protegido del Cabo Peñas ocupa casi toda la costa del concejo de Gozón se extiende desde San Juan de Nieva, en el límite con el concejo de Avilés, hasta Moniello, muy cerca de Luanco, con un total de 1.926 hectáreas.

El interés faunístico del litoral de Cabo Peñas se centra principalmente en las aves marinas. Los islotes de La Erbosa y El Sabín sirven de lugar de nidificación a numerosas aves marinas. Algunas de ellas legalmente protegidas. La gaviota patiamarilla (Larus cahinnans) cría en ambos islotes y mantiene una colonia de al menos quinientas parejas reproductoras.
Mayor interés tiene la nidificación en La Erbosa de cormorán moñudo (Phalacrocorax arsitotelis) y paíño (Hydrobates pelagicus). Ambas son especies catalogadas como de interés especial en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. Una buena época para ver pájaros es otoño, por las migraciones.
Entre las aves de tierra adentro destaca la presencia de halcón peregrino (Falco peregirnus) la rapaz más veloz (200 kilómetros por hora en picado), predadora catalogada como de interés especial y nidificante ocasional en los acantilados costeros donde construye año tras año su nido en el mismo lugar.

Pero quizá lo que más sorprenda al visitante, si alcanza a verlos, son los cetáceos que nadan por la zona. Se pueden divisar varias especies: delfín listado, delfín común, delfín mular y calderón común. De forma muy excepcional se han observado ejemplares de cachalotes.

Coronando el cabo de Peñas se encuentra el Faro de Peñas, el único faro de Asturias de primer orden, el más importante y de más alcance del litoral asturiano que desde 1852 es luz y guía de marinos. Esta última linterna fue adquirida en la Exposición Universal de Barcelona de 1929.
Con anterioridad se señalizaba con fuego, quemando troncos en una pantalla de piedras que iluminaba la noche en Peñas e indicaban el camino de casa a los marineros. Hay que tener en cuenta que esta zona es una de las más peligrosas del litoral del Principado de Asturias y que existen varios pueblos en la zona que viven del mar, villas marineras por excelencia como Luanco, Candas, Cudillero, etc.

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