Santuario de Covadonga
por
JMFernández
martes, octubre 18, 2011
SANTUARIO DE COVADONGA
No sabía muy bien donde pasar la noche, ya no era verano, y aunque iba preparado para pernoctar en cualquier sitio, buen saco, provisiones y cámara a punto; el tiempo se antojaba desapacible. Mi intención era amanecer en algún lugar que me permitiera estar cerca de alguna ruta o espacio pintoresco bajo el ambiente otoñal, descartando por el camino algunos lugares como el desfiladero del Cares, y pronto envuelto por la noche, decidí acercarme a Covadonga con la esperanza de que en este tiempo no encontrase mucho turismo, así fue, pude aparcar la furgoneta a los pies de la Basílica y disfrutar de los juegos de unos chavales que están acogidos por los religiosos, y de su temprana marcha al colegio a la mañana siguiente.
Esto me permitió disfrutar de los jardines y entorno para mí solo por lo que me decidí a sacar alguna que otra fotografía nocturna. Y así mismo a la mañana siguiente, aprovechando la apertura de la cueva para una madrugadora excursión de la tercera edad, tuve ocasión de fotografiar el interior, vetado a los objetivos, de la cueva de la Santina. Animado por la ausencia de gente, visité la iglesia y disfruté de su interior, ubicación y entorno a pesar de la escasa luz de la nublada mañana, tanto que no me permitió ver los lagos de la Ercina, que estaban literalmente desaparecidos en la niebla y en un temporal de lluvia que me obligó a descender inmediatamente, por una carretera que en buenas condiciones da miedo.
FOTOGRAFÍAS
Tal vez, tal vez, a través del tiempo, vaya mostrando el espacio, el espacio vivido, capturado para su recuerdo; el recuerdo de ese momento único, de esa imagen única, de esa luz que manifiesta lo creado, y que capturo en mi cámara como la mariposa que vuela fugaz en el espacio-tiempo y que atrapas sin tocar, para dejar volar, para dejar vivir, para dejar llegar; y coger solo su luz, la luz sin tiempo, que retengo para admirar la belleza que se derrama a través de cada fotograma de la historia de mi vida, por eso de mi recuerdo.
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